La Cultura del Gambaru
Reportes, informes, exámenes, presentaciones... nada extraordinario, lo típico de fin de semestre (aquí los semestres son de abril a agosto, y de octubre a febrero). Estas son semanas bastante atareadas, agotadoras, estresantes, pero con un estrés del bueno, de ese que te obliga a trabajar duro y parejo, pero del que sabes va a acabar. Este estrés tiene fecha de vencimiento...
Una compañera del Laboratorio, sin embargo, no las lleva tan cómodas. El lunes pasado venció el plazo de presentación para las tesis de maestría y, a pesar del duro trabajo que he visto ha puesto en ese documento, no lo pudo terminar. Por lo menos no como ella ni su asesor esperaban. Así que presentó lo que buenamente había podido concluir.
Luego de verla irse a casa totalmente derrotada y con los ojos rojo sangre (tanto de reprimir las lágrimas como de no haber dormido las dos noches previas), no puede evitar preguntarle a un compañero por el posible desenlace de la historia: ¿la van a reprobar?
La respuesta no me sorprendió sólo porque tengo ya dos años en estas tierras: No, lo más probable es que la aprueben. Los profesores tomarán en cuenta no sólo el trabajo y el esfuerzo que puso en este documento, sino también en el que puso en conseguir un empleo y, como ella ya tiene garantizado uno para comenzar en abril, es seguro que la aprueban...
¡Bienvenidos a la cultura del gambaru!
Una de las primeras expresiones que aprendes del japonés es el “gambatte kudasai!”, que aquí se usa tanto como nosotros usamos el “¡suerte! ¡que te vaya bien!”. Pero hay una ligera diferencia, gambaru no significa literalmente “suerte” sino “trabajar duro, dar lo mejor de uno mismo”, así que en lugar de darse ánimos uno a otro gritándose “¡que tengas suerte! ¡te deseo lo mejor!”, aquí se animan con un “¡trabaja duro! ¡da lo mejor de ti!”.
Y es que en Japón, a diferencia de occidente, lo que cuenta no es tanto el resultado de nuestro trabajo sino más bien el esfuerzo y dedicación que ponemos en él. Para nosotros un buen resultado quiere decir que probablemente hemos seguido el camino correcto; para un japonés seguir el camino correcto quiere decir que probablemente obtendrá un buen resultado.
No me malinterpreten, los japoneses también se esfuerzan por obtener buenos resultados. Y en realidad los han obtenido todos estos años, como lo prueba su emergencia como potencia industrial. Pero para ellos eso es un resultado innegable de haberse dedicado con diligencia a fabricar y exportar productos de calidad, y no era el objetivo directo de su esfuerzo. En realidad, sólo querían hacer las cosas bien y salir de la pobreza de la post guerra.
Suena muy bonito, pero no es fácil acostumbrarse a lo que el gambaru significa. En las universidades, por ejemplo, los exámenes no son nunca de respuestas múltiples y la calificación no es clara. ¿Qué peso de mi nota dependerá del primer examen? ¿Cuánto del segundo? La mayoría de occidentales, acostumbrados como estamos a guiarnos por las notas de fin de semestre, no podemos entender cómo es posible que hacia el final del mismo no tengamos la menor idea (en firme) de si vamos o no a aprobar. Los profesores considerarán los trabajos presentados y los resultados de los exámenes, pero si las calificaciones no han sido buenas, considerarán también si hemos asistido puntualmente, si los hemos buscado a consultar dudas después de clase, si hemos leído libros adicionales a los recomendados. Es decir, analizarán si nos hemos esforzado. ¿Te has esforzado lo suficiente en el curso? Entonces has aprobado. No lo dudes...
¡Ah...! Imagino un mundo en el que la criollada, la viveza, la astucia, la pendejada han sido desterrados. Imagino un mundo en el que todos se esfuerzan y dan lo mejor de sí en sus respectivos trabajos. Imagino un mundo en el que la gente tiene valor no por lo que generan, sino por lo que se esfuerzan. Imagino un mundo en el que la gente hace lo que hace porque debe hacerlo y no porque alguien esté vigilando.
Aunque ahora imagino que mejor regreso a trabajar. No vaya a ser que bloguear no sea considerado “gambaru”. Total, aún no termina el semestre.
¿Saben que respondemos nosotros cuando alguien nos grita ¡suerte!?: Gracias. ¿Saben que responde un japonés cuando alguien les dice “gambatte kudasai!”?: Gambarimasu! ¡Me esforzaré!
Gambatte kudasai!
Update:
Siguiendo la romanización Hepburn, "gambaru" y "gambatte kudasai" se pueden escribir como "ganbaru" y "ganbatte kudasai", que son quizá las transcripciones más populares para este término.