¡Comenzaron las clases!
¡Y por fin comenzaron las clases! Un año después de estar divagando por estos lares, por fin estoy sentado en un aula universitaria haciendo lo que vine a hacer. O por lo menos eso es lo que aparento… Es que con mi pobre conocimiento de japonés, no me queda más que poner cara de atención y mirar fijamente lo que el profesor está escribiendo en la pizarra para que crea que le entiendo, mientras asiento con la cabeza hai, hai. La mayoría de las clases se dictan en japonés, aunque todos los profesores entregan un syllabus medianamente entendible con una bibliografía adecuada en inglés, así que me tocará poner mucho de mi parte para ir aprendiendo. Los cursos se califican con la entrega de uno o más reportes a lo largo del semestre, y todos los profesores con quienes he hablado me permiten presentarlos en inglés, así que voy tranquilo.
El sistema de enseñanza aquí, tal cual gran parte de la sociedad japonesa, se basan en el principio de respeto y autoridad (hacia los mayores o seniors), así que todos escuchan atentamente lo que el sensei tiene que decir en clase, se le hacen pocas preguntas y se evita enfrentar sus enseñanzas. Si bien en principio preferiría clases más participativas, no me molesta en absoluto que no sean así ya que mi capacidad de entendimiento en clase es baja (¡quizá ni siquiera entendería la pregunta que me hacen!) y la mayor parte de la clase la logro comprender después de ella, revisando mis apuntes y la bibliografía.
Con este sistema de enseñanza uno se pregunta ¿cómo puede ser Japón la potencia mundial que es? Es que la ventaja viene por otro lado. Las universidades aquí invierten mucho en investigación, y toda persona que se encuentra estudiando algún curso de postgrado (y la mayoría de las que están en pregrado) realiza algún trabajo de investigación en un laboratorio universitario, aprovechando los equipos que ni en sueños nuestras universidades limeñas aspiran tener. Así se entiende que las universidades japonesas lideren el ranking asiático, y que se encuentren mejor consideradas que muchas otras universidades de fama.
Y nada, así es como ayer jueves tuvimos la ceremonia de Inicio de Año (con palabras del Rector y padres de familia llorando de alegría) y hoy comenzaron oficialmente las clases. Ya les contaré más novedades de estos lares como los estacionamientos de bicicletas, la biblioteca en la que puedes sacar más de un libro a la vez (¡y por más de dos semanas!), los estudiantes que duermen en clases y demás anécdotas.
4 Comentarios:
Te felicito... si llegas a pasar estos 5 anos invicto eres mi heroe!
Si termino los 5 años invicto, seré mi propio héroe!
Suerte en Plano (que ya sé que no está en Austin) y en 7eleven! (y mándame cupones de descuento para ahorrar en los "convinis" de estos lares peee...)
Y como sabes que Plano no queda en Austin?? jeje
Habla
A.
Jajaja!
Bueno, ahora lo sé.
Bienvenido!
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