Estar "In y Out" en Japon
Imaginen que mágicamente multiplicamos la población del Perú por cinco (¡adiós programas de planificación familiar!) y que todos nos acomodamos únicamente en la sierra, dejando costa y selva deshabitadas... Si pudieron hacerlo, ¡felicitaciones!, se habrán formado una vaga idea de lo que significa vivir en el Japón...
Es que este país debe acomodar ciento treinta millones de personas (¿bastantes, no?) en un área equivalente a la tercera parte del Perú (sin contar las 200 millas del Mar de Grau, claro). Para los ingenieros y empleados del INEI (¿hay alguno por allí?) esto quiere decir que la densidad poblacional del Japón es quince veces la del Perú. Para el resto de mortales esto quiere decir que donde en el Perú hay una persona, aquí deben acomodarse quince...
¿Se imaginan vivir así en el Perú? ¡Nos mataríamos entre nosotros! Bueno, eso ocurrió aquí hace cientos de años... ¿de dónde creen que salieron tantos samurai y ninjas? ¿para deleitar a los turistas? ¡Já! Pero pasaron los años y los japoneses se dieron cuenta que con algunas reglas de respeto mutuo la convivencia se haría más llevadera (y vivirían más, por cierto), y pasaron a convertirse en una de las culturas más corteses y ordenadas del mundo...
Pero no sólo de cortesía y orden vive la gente: siendo tantos, era imprescindible que las personas se reconocieran y se protegieran entre ellas, y por ello desarrollaron también un tremendo sentido de grupo. Así es que los japoneses desarrollaron los conceptos de "uchi" y "soto", o estar "dentro" o "fuera" del grupo. Estar dentro de un grupo, o ser del uchi (literalmente ser de la casa), garantiza que todos los miembros del mismo velarán por uno. Por supuesto, como nada en la vida es gratis, uno también debe velar por los demás poniendo el beneficio del grupo por delante del propio.
Éste es un concepto que quienes hemos sido criados en la cultura del "nadie te va a ayudar sino sólo tú mismo", del individualismo extremo, del capitalismo occidental, encontramos difícil de comprender. Si yo me esfuerzo más que los demás, ¿por qué no puedo beneficiarme más? Si mi empresa quiebra, ¿por qué voy a gastar de mi fortuna para seguir pagándoles el sueldo a mis ex-empleados? Si a mi me gusta el área técnica de una empresa, ¿porqué debo aceptar que me pongan en el área de ventas? Si uno de los gerentes de mi empresa faltó a la ley, ¿por qué debo sentirme avergonzado yo?... Y así la lista de cosas extrañas continúa ad infinitum...
La semana pasada, por ejemplo, me encontraba almorzando en la Universidad con dos compañeros y un profesor. Era inevitable tocar la noticia de la semana, el caso de Pizarro Yagi, un peruano acusado de asesinar a una niña de 7 años en Hiroshima. Mi posición, obvia, era que esperaba que el caso se manejase correctamente dentro del marco legal y que, de ser encontrado culpable, debería recibir todo el peso de la ley.
- Estaba preocupado por ti, Giancarlo-san - dijo el profesor - no sabía qué pensabas del tema
- Sólo espero que las personas no generalicen el comportamiento de esta persona con el de todos los peruanos...
Ese comentario me salió del alma ya que los japoneses, al vivir siempre pensando en "grupo", tienden a generalizar mucho más que nosotros. Y aquí en Japón poco a poco se ha hecho vox populi que el aumento de la criminalidad en el país se debe al aumento en el numero de extranjeros... ¿No es evidente acaso - para quienes vivimos en Japón - que los japoneses tenderán a pensar en nosotros, los peruanos, como asesinos de niñitas?
Pero resulta que el profesor no estaba pensando en ello, y de eso me percaté un par de horas después al comentar la conversación con otro amigo gaijin. Mi profesor, japonés al fin y al cabo, estaba pensando en términos de "uchi" y "soto". Pizarro Yagi es peruano y cometió un crimen. Yo soy peruano también. ¿No me siento abochornado, avergonzado, deshonrado, por lo que hizo?
Honestamente no me siento así. Por supuesto que, de comprobarse la culpabilidad de Pizarro Yagi, encontraré el hecho totalmente repudiable y completamente justificable su sentencia, sea la que sea. Pero lo más que sentiré será desprecio y repudio por el tipo, no vergüenza - en absoluto - por lo que hizo.
Si, si, algunos dirán "¡Pero no! ¡No te pases! ¡Qué vergüenza!". Y claro que yo también diré (en voz alta) lo mismo. Pero mi secuencia de pensamiento será: 1) El tipo cometió un crimen. 2) Él es peruano. 3) La gente pensará que los peruanos son todos criminales. 4) Yo soy peruano. 5) La gente me verá como criminal. 6) ¡Pero yo no soy criminal!. 7) ¡Qué vergüenza...!
Es decir, sentiré vergüenza por lo que creeré que los demás piensan de mí, NO por lo que el tipo hizo.
La secuencia de pensamiento de un japonés, en cambio, será: 1) El tipo cometió un crimen. 2) Él es peruano. 3) Ha deshonrado a todos los peruanos. 4) Seguro que los peruanos se sienten avergonzados...
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Hay cientos, miles, de diferencias culturales entre el mundo occidental y el oriental. Pensar en términos de "uchi" y "soto", por ejemplo, es una forma de ver el mundo. Pensar en términos del egocentrismo occidental es otra. ¿Alguna es mejor que otra? No, no lo creo. Son sólo visiones distintas...
Y esa es una de las mayores lecciones que saco de mi estadía en estas islas. Mis valores no son mejores que los tuyos, son sólo distintos.
Imaginen cuál hubiese sido el derrotero del mundo si, en la época de la conquista, Francisco Pizarro y Compañía hubiesen pensado así. O si Bush et al se dieran cuenta de lo mismo.
Ojalá todos pudiésemos pasar unos años viviendo en una cultura totalmente distinta de la propia. El mundo sería, indudablemente, un mejor lugar para vivir.
11 Comentarios:
¡Que tal psicoanalisis! La verdad Giancarlo, cuando estuve en Japón, pude darme cuenta del gran "espíritu de grupo" que hay en ese país. A mi me parece algo muy bueno porque hace a las personas (a mi juicio) más responsables en el trabajo por el bien de la empresa; muy diferente al concepto que tenemos en Perú. Aquí se es más "práctico" si no puedes, "amablemente" te votan. Lo malo es que como extranjero cuesta mucho que te "acepten" en el grupo (creo que con la noticia del peruano en Hiroshima no serán más fáciles a partir de ahora). Pero en verdad, es una experiencia que enseña mucho, puedes aplicar lo mejor de ambos mundos dependiendo la situación en la que te encuentres.
Creo que tenemos que aprender muchas cosas de la cultura oriental. Pena que no lo pusiste antes el texto. La semana pasada comenté en la radio las curiosidades y peculiaridades que tu y Enrique mostráis en vuestros blogs. Gustó mucho y nos lo pasamos bomba con su descripción de los fuegos artificiales, lo del toyotismo y fordismo de Enrique, tus fiestas en al universidad, y los días feriados fue el sumun. My interesante lo que nos cuentas. Un abrazo
Puedo darte otra visión Occidental del in and out, desde Galicia (tm).
La visión japonesa del grupo aquí no se aplica, al resto de españa tampoco, pero en galicia... galicia es galicia. Hay una cosa que llama la atención, y es que cuando algún accidente, robo, asesinato, compra-venta, acontesimiento pasa en éste lugar, automáticamente es motivo de debate y todos deben enterarse y sentirlo como si les pasara a ellos. Más o menos es así:
Ayer a las 13:00hrs, un vecino de Monforte fué atropellado a las afueras de Vigo, en un barrio de tal, con el conductor de tal y cual...
A la manera de verlo peruana, el vecino de monforte ha muerto, yo no lo conocía, no me interesa realmente si se murió o sigue vivo. Si no lo conozco, no me interesa.
A la manera de verlo gallega, ha sido una noticia que ha llegado al alma, por ser vecino de Monforte, aunque el que escuche la noticia nunca haya estado en Monforte. Se ponen a pensar en si han conocido a la víctima o si conocen a alguien cerca de Monforte. Y cuidado, que lo que le pasó al vecino de Monforte puede pasarte, eh!, sal a la calle con cuidado. Cuándo será la misa?, abran llevado el cadáver desde Vigo a Monforte o lo enterrarán allá? ...
Creo que la idea se capta. Si estuviera en Lima, y escuchara un accidente por las noticias, sinceramente, si no conozco a la persona agraviada no me interesa el tema , es más ni siquiera lo escucho!... si estoy en galicia, entre gallegos, lo primero que oigo es el... uyyy es de Monforte, yo estuve en Monforte, conoceré al vecino??...
Y perdona Giancarlo por éste comentario tan largo.
Yo nunca estuve en Monforte!
Interesante. Yo sólo espero que la horrible noticia esa, no te afecte nada en lo personal. Nunca se sabe y hay cada loco. Cuidate.
Hola Giancarlo!
Me tomé la libertad de dejar un link, en un FORO, a este artículo (discúlpame que no haya consultado previamente)
Tu explicación del "in-out" está muy claro, a pesar de lo complejo que es.
外内... es parte de la vida misma en estos lares.
Saludos
Holas. El respeto de los japoneses es admirable. Cada vez se dan más casos de peruanos que "meten la pata" en el exterior...
Hola, desde el Caribe en:
http://imaginados.blogia.com
La aceptación del otro parece ser uno de los mayores problemas de estos días. Múltiples manifestaciones de xenofobia ocurren en todo el mundo.
En Australia unos 5 000 jóvenes protagonizaron disturbios contra inmigrantes ¿hacia dónde va la humanidad?
Hola César, espero que regresando al Perú no te hayan dejado "afuera" de tu grupo de amigos, ¿eh? ¡Ja!
Cómo estás Zuriñe, gracias por el comentario. No sabía que tenías un programa de radio... lástima no poder escucharlo a este lado del mundo. Por cierto, no se lo digas, pero a mí también me gusta lo que escribe Enrique ;-)
¡Hola Pepper! ¡La del blog push-up! (el blog que te sube mínimo 50px...) No sé que tan grande sea Galicia, pero creo que lo que mencionas aplica también en las provincias del Perú. Dónde de hecho no funciona es en Lima. ¡Ay, las grandes ciudades!
Cómo estás, Vero, gracias por los comentarios. Espero que lo que pasó no nos afecte mucho. Pero sobre todo espero que no se repita, ya que allí hasta yo me llevaría una mala impresión de los peruanos...
Gracias por la mención, Cris. Y si, efectivamente, uchi y soto son el pan de todos los días aquí.
¡Hey, Julián! ¡Se acercan tus últimas vacaciones! ¡Disfrútalas! Y si alguna vez te vas a vivir al extranjero, pues déjanos bien parados...
Hola Zenia, gracias como siempre por la visita. Efectivamente, los hombres somos todos iguales pero por algún motivo siempre nos empeñamos en encontrar las pequeñas diferencias que nos permitan separarnos unos de otros... Lástima...
¿Pero no crees, Giancarlo, que lo "in" y lo "out" también se vive en occidente? pienso por ejemplo en la lógica de un nortea mericano con respecto a un asesino extranjero (europeo): Él es el asesíno, él es de Europa, todos los europeos no son así. En cambio un norteamericano con respectro a un asesino latino pasaría esto: el asesino es latino, todos los latinos son asesinos potenciales, hay que cuidarnos de los latinos.
En México pasaría algo semejante a los norteamericanos. Hay una confianza que se decanta más hacia los europeos que hacia los latinoamericanos.
Saludos.
Puede ser, Idou, pero no estoy seguro. Nunca he vivido en Estados Unidos como para empaparme en su forma de pensar. Sé que es natural, normal y muy humano generar prejuicios contra distintos grupos humanos, ya que el propio ser humano tiende a simplificar todo (así es más fácil pensar, ¿no? gracias a los esquemas mentales), pero la cosa en Japón va un paso más allá y REALMENTE tienen una conciencia clara de pertenencia a grupos.
Fuera de Japón, todos son japoneses, pero dentro cada uno pertenece a un grupo distinto, y el trato que te den será diferente si perteneces o no a su grupo. No digo que malo, pero distinto. Hasta el lenguaje tiene reglas distintas (aunque sutiles) si hablas con alguien del grupo que si hablas con alguien de fuera. Por ejemplo, dentro de una compañía puedo hablar con otros compañeros del Gerente Fulanito, o del Vicepresidente Menganito, pero hablando con gente que no es de la misma empresa me referiré al Señor Fulanito y al Señor Menganito.
Muy sutil, pero así funcionan.
Un abrazo y gracias por los múltiples comentarios. Espero que te haya gustado la página.
Ciertamente que, en ese aspecto, la cultura japonesa es mejor que la peruana. Claro que son visiones distintas, pero la japonesa es mejor en ese aspecto porque muestra una solidaridad con el prójimo y no una indiferencia. Sienten por el prójimo sus sentimientos y los comprenden mejor que como lo hacemos nosotros. Ojalá nosotros también podamos sentir así alguna vez.......
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