jueves, abril 28, 2005

Aquí las vacas vuelan



Recuerdo que hace un año, cuando llegué a Japón, los precios de todo me parecían tan increíblemente caros, que ni siquiera quería comprar una Coca-Cola ya que pagar un dolar y treinta centavos por una de medio litro (unos S/.4) era todo un ultraje.

Doce meses después ya estoy acostumbrado a los mismos. De no haberlo hecho, hace tiempo que hubiese tenido que internarme en un hospital por exceso de úlceras... Tan acostumbrado estaba hace unos días, que casi no me sorprendió encontrar el pedazo de carne de la fotografía: 210 gramos por sólo 2224 yenes. Un kilogramo de esta carne costaría 10600 yenes, ó aproximadamente 100 dólares (¡¡!!). Es cierto, se puede encontrar carne menos cara en el mercado. El de la fotografía es un corte muy fino, pero se vende en cualquier supermercado, lo que quiere decir que la carne súper premium, vendida en tiendas especializadas, debe costar mucho más. ¡Y pensar que en Lima me parecía extremadamente caro pagar 45 dólares por un kilogramo de Angus Beef! ¡Esa sería una carne económica por aquí!


La carne no es lo único caro. Ahora que se acerca el verano en el hemisferio norte, ¿creen que no se me antoja un pedazo de sandía o un melón? Pues están fuera de mi alcance. ¡Cada una cuesta unos 25 dólares! ¿Y la comida chatarra? Una Pizza-Hut suprema de tamaño familar cuesta unos 30 dólares. Un combo Bic Mac cuesta 5 dólares, y uno de KFC 10 dólares. ¿Bocadillos de carretilla? Una porción de takoyaki (que es como comprar una porción de, digamos, mollejitas), cuesta unos 6 dólares...

Japón es un país muy caro para los visitantes pero, en contrapartida, el resto del mundo es muy barato para los japoneses. Por ello no se quejan al pagar 30 dólares por un sweater de lana de alpaca en Lima. ¡El mismo sweater aquí costaría 70 dólares! ¿400 dólares por un tour al Cuzco y Machu Picchu? Barato. Un tour a Okinawa similar al anterior, costaría unos 1000 dólares...

Si alguno de ustedes decide visitar Japón, rompan vuestras alcancías, vacíen vuestros bolsillos y retiren vuestros ahorros de cuentas a plazo fijo. Este país es muy caro, pero vale la pena. Nunca se arrepentirán.

martes, abril 19, 2005

El baño ES el tercer piso



Ok, no voy a mentir frente a todos ustedes diciéndoles que en el Perú hablamos un inglés más perfecto que el de Shakespeare, pero no me deja de divertir lo mal que pueden usarlo por aquí, tal como lo encuentran en muchos letreros y anuncios publicitarios. Es cierto, el inglés no está destinado a los extranjeros viviendo en Japón, sino más bien es una herramienta publicitaria, para hacer que sus anuncios se vean más chick (¡qué palabra tan chick!) frente al público japonés.


¿Qué dicen? ¿Que estoy siendo muy poco comprensivo con la pobre secretaria que cometió un pequeño error al escribir la nota anterior? Ok, ok, digamos que no es la gran cosa. Pero ahora no me digan que no les parece graciosísimo el siguiente letrero, colgado de cientos de columnas en la ciudad de Kobe hace unos meses...



O la siguiente frase (¡que aún no logro descifrar!) impresa en miles de bolsas que aún se venden en tiendas de 100 yenes (las más baratas de por aqui)...



[Si los textos no son muy claros, hagan click en las fotos para ver una ampliación]

Si quieren divertirse con los horrores gramaticales (y ortográficos) de los japoneses, dense una vuelta por Engrish.com

jueves, abril 14, 2005

¡Adiós Invierno!

El año pasado me sentí estafado. Al comenzar el invierno, y luego de escuchar tantas noticias sobre lo frío que era por aquí, pregunté a mis compañeros del Laboratorio si debía estar preparado para lo peor. Es bastante frío - me dijeron - pero no tanto. Nieva unas dos o tres veces al año, pero cuando la nieve llega al suelo se derrite y no se llega a acumular.

¿Verdad? No creo que eso sea lo que haya pensado el dueño de esta bicicleta (algún despistado inquilino viviendo en Shugakuin como yo) que debe haber tenido problemas encontrándola... ¿Es eso es un invierno ligero?



Afortunadamente en algo no se equivocaron mis amigos, y es que no nieva demasiado por aquí. Aquella debe haber sido la cuarta o quinta ocasión en que nevó este invierno, y sólo la segunda en que algo de nieve se acumuló. Parece que hubiese nevado bastante, pero en realidad no fue tanto. Es que este pasillo es poco transitado, así que los pasos de las personas no la derriten (como sí ocurre en las demás calles).

Afortunadamente, como todo en la vida, el invierno ya terminó, dando paso a una gloriosa primavera. Hay una costumbre japonesa muy particular, y es la del hanami. Hanami significa literalmente "observación de flores", y de eso se trata. La gente sale en hordas a admirar las flores que el invierno mantuvo escondidas, y a las que la primavera da la bienvenida. Y de todas las flores es la del cerezo, o sakura, a la que más atención dedican. Esto es interesante, ya que si bien dichas flores son realmente bonitas (sobre todo si tienes frente a ti a cientos y cientos de sakuras en flor), las mismas tienen una vida de sólo 5 días, lo que implica que el período para su observación no supera la semana (o los diez días, con suerte), así que tenemos miles de personas paseándose y tomando fotos (año tras año) a los mismos árboles, en espacios reducidos. Una experiencia interesante, no apta para quienes sufren de demofobia (fobia a las muchedumbres)...



Claro que si tienes espíritu artístico (es decir, no ingenieril como el mío) pasarás un muy buen rato en tu esquina, pintando estos simpáticos árboles.



Para ver más (y mejores) fotos del hanami de este año, los invito a visitar las páginas Bloggering Away (les recomiendo visitar todos sus álbumes ) y la de mi amigo Chris (ambos espíritus mucho más artísticos que yo). ¡Disfrútenlas!

domingo, abril 10, 2005

Estacionamiento universitario

Siendo Japón el segundo exportador de autos del mundo, suena hasta gracioso que no sea un buen negocio tener uno aquí, a menos - claro - que vivas alejado de la civilización. Y no es que los autos sean muy caros, ya que los hay de todos los colores, formas, tamaños y precios, sino que en las grandes ciudades hay poco espacio para estacionar y, cuando lo hay, es muy caro (estacionar cerca al centro de Kyoto cuesta unos 6-8 dólares por hora). Por ello es que la mayoría de personas usan bicicleta. ¡Y esto se da sobre todo en ciudades con tantas universidades como ésta!

Si algún día visitan la Universidad de Kyoto (o para el caso, cualquier universidad japonesa) se encontrarán que el espacio de estacionamiento está reservado habitualmente a bicicletas, y que prácticamente no hay espacio para estacionar un auto (a menos que seas el Rector, claro, en cuyo caso ni siquiera necesitas manejar ya que te toca un auto negro con chofer, ventanillas cubiertas de cortinas, sistema de posicionamiento GPS y demás maravillas tecnológicas de por estos lares).


¡Ah! ¡Deben estar prevenidos! La gente maneja bicicleta extremadamente mal por estas tierras, respetando los semáforos y las ciclovías únicamente en cruces muy grandes o cuando hay policías cerca... ¡Si hasta siento que estoy de nuevo en Lima admirando nuestras queridas combis asesinas! ¿Por qué es esto? Simple, las papeletas de tránsito son muy costosas si cometes una infracción manejando un automóvil, pero no hay pena si la realizas montando una bicicleta. En fin, alguien habrá realizado un análisis de costo-beneficio, ¿no? Un accidente con vehículos motorizados será mucho más grave que uno cometido por bicicletas, así que los policías enfocan su atención con los primeros.

En fin, ¡cuídense de las bicicletas asesinas si caen en estas tierras!

jueves, abril 07, 2005

¡Comenzaron las clases!



¡Y por fin comenzaron las clases! Un año después de estar divagando por estos lares, por fin estoy sentado en un aula universitaria haciendo lo que vine a hacer. O por lo menos eso es lo que aparento… Es que con mi pobre conocimiento de japonés, no me queda más que poner cara de atención y mirar fijamente lo que el profesor está escribiendo en la pizarra para que crea que le entiendo, mientras asiento con la cabeza hai, hai. La mayoría de las clases se dictan en japonés, aunque todos los profesores entregan un syllabus medianamente entendible con una bibliografía adecuada en inglés, así que me tocará poner mucho de mi parte para ir aprendiendo. Los cursos se califican con la entrega de uno o más reportes a lo largo del semestre, y todos los profesores con quienes he hablado me permiten presentarlos en inglés, así que voy tranquilo.

El sistema de enseñanza aquí, tal cual gran parte de la sociedad japonesa, se basan en el principio de respeto y autoridad (hacia los mayores o seniors), así que todos escuchan atentamente lo que el sensei tiene que decir en clase, se le hacen pocas preguntas y se evita enfrentar sus enseñanzas. Si bien en principio preferiría clases más participativas, no me molesta en absoluto que no sean así ya que mi capacidad de entendimiento en clase es baja (¡quizá ni siquiera entendería la pregunta que me hacen!) y la mayor parte de la clase la logro comprender después de ella, revisando mis apuntes y la bibliografía.

Con este sistema de enseñanza uno se pregunta ¿cómo puede ser Japón la potencia mundial que es? Es que la ventaja viene por otro lado. Las universidades aquí invierten mucho en investigación, y toda persona que se encuentra estudiando algún curso de postgrado (y la mayoría de las que están en pregrado) realiza algún trabajo de investigación en un laboratorio universitario, aprovechando los equipos que ni en sueños nuestras universidades limeñas aspiran tener. Así se entiende que las universidades japonesas lideren el ranking asiático, y que se encuentren mejor consideradas que muchas otras universidades de fama.


Y nada, así es como ayer jueves tuvimos la ceremonia de Inicio de Año (con palabras del Rector y padres de familia llorando de alegría) y hoy comenzaron oficialmente las clases. Ya les contaré más novedades de estos lares como los estacionamientos de bicicletas, la biblioteca en la que puedes sacar más de un libro a la vez (¡y por más de dos semanas!), los estudiantes que duermen en clases y demás anécdotas.

miércoles, abril 06, 2005

Ernesto



Siempre te recordaremos. Estarás presente en nuestras oraciones, y estamos seguros que estarás velando por nosotros, cuando no haciendo alguna de tus bromas desde allá. Sabes que la rectitud, integridad, honestidad y sobre todo el sentido del humor que siempre mostraste, no importando las circunstancias, fueron y seguirán siendo un ejemplo que procuramos (y procuraremos siempre) seguir. Sabes que éste no es más que un simple hasta luego, y que en algunos años nos reencontraremos todos para seguir conversando, contando bromas y tomando lonche (té para mí, por favor) como antaño.

Te extrañamos, y te seguiremos extrañando. No podemos dejar de estar tristes, pero sabemos que lágrimas no es lo que hubieses querido. Siempre mostraste sonrisas, siempre bromeaste con todo (y con todos), y sabemos que es así como te gustaría que te recordásemos. Y así lo haremos.

Descansa en paz.


Ernesto Barrón † QEPD (06/04/2005)

viernes, abril 01, 2005

Adios Shugakuin



Luego de un año en Japón, tuve que dejar el dormitorio de la Universidad de Kyoto, y desde el fin de semana pasado tengo una nueva dirección. Como todo cambio, esto tiene puntos positivos y negativos, pero espero que los positivos sean más que los otros al cabo de un tiempo. De momento me sigue doliendo el costo del nuevo sitio y, para que se hagan una idea, les contaré como funciona el alquiler de casas por aquí.


Primero lo primero: deben asumir que van a vivir en un lugar muy pequeño. ¡Uno se vuelve un experto maximizando el espacio de la casa! Con un área tres veces menor al Perú, y una población cuatro veces mayor, el espacio es un bien muy valioso en este país. Siempre pueden encontrar casas grandes (y algunas muy grandes), pero ello viene con un precio. En fin, si piensan alquilar un departamento aquí, piensen que el alquiler mensual por uno de unos 30 a 35 m² estará entre 500 y 700 dólares en promedio.

Segundo, deben tener un garante japonés. Entiendo el concepto de garante cuando uno pide un préstamo bancario, o cuando hace una compra al crédito, pero aquí... ¿¿¿Mmm??? ¿¿¿Para que piden entonces un depósito de garantía antes de alquilarle a uno el departamento de marras??? Lo que ocurre, es que la responsabilidad por lo que ocurra en el departamento mientras uno es inquilino se entiende que es responsabilidad de uno, y esto incluye incendios, roturas de tuberías de agua y demás. Así que lo recomendable para uno es firmar un seguro, pero el seguro para el dueño será el garante. En fin...

Finalmente, estén dispuestos a desembolsar una buena suma de dinero al firmar el contrato. Calculen un mes de adelanto, dos meses de depósito en garantía, dos meses de dinero de agradecimiento (¡¡¡y encima tenemos que agradecerle -con dinero- al propietario por hacernos el favor de alquilarnos su propiedad!!!) y un mes como comisión a la agencia (ya que los contratos se tramitan en un 99.9% de los casos a través de una), y tendrán una jugosa suma que pagaría el adelanto (y mensualidades) de un buen departamento en Lima.

En fin, son las reglas del juego y estén dispuestos a seguirlas si vienen por aquí...

Y mientras ustedes se hacen hígado, Pilar y yo nos divertiremos amoblando la casa como jugando The Sims...

¡Dense un salto por mi nueva casa cuando lleguen por aquí!