Gion Matsuri
Hacia el siglo IX, con el fin de aplacar una plaga que azotaba Kioto, los sacerdotes del templo de Yazaka (en Gion) organizaron una procesión que debía satisfacer a los dioses. La plaga efectivamente terminó rápidamente , y el evento comenzó a repetirse año tras año a fin de mantenerlos contentos, convirtiéndose en uno de los tres más grandes festivales japoneses.Gion Matsuri dura todo el mes de julio, siendo su fecha central el 17 cuando 32 grandes carros llamados hokos y yamas (algunos pesan más de 10 toneladas y son todos de madera), muy adornados, comienzan una pocesión por las principales calles del centro de la ciudad.
Kioto se viste de gala en estas fechas, y mucha gente camina por la ciudad en un kimono ligero de verano llamado yukata, dándole un aire pintoresco propio de tiempos pasados. Por supuesto, muchos comerciantes aprovechan la ocasión y las grandes avenidas se ven colmadas de puestos callejeros que ofrecen comida, bebidas, bocadillos y juegos como en cualquier feria latina.
Si planean visitar Japón en algún momento de sus vidas, piensen en Gion Matsuri. La fastuosidad del festival hace que valga la pena soportar el intenso calor de la época (supera los 34 grados centígrados) y, por supuesto, le da un argumento perfecto a la compra de esa cámara de 8 megapixeles que tanto querías...
Los dejo con algunas fotos de los años previos para darles ganas de venir.
Mi foto favorita. Dos niñas muy amigables sonriéndole a la cámara de este extranjero, y visitiendo sus muy coloridas yukatas
Las yukatas son kimonos de algodón, muy frescas en el verano. Los hay de todos los precios, y puedes conseguir una desde 20 dólares hasta... bueno, sólo el cielo es el límite
Más yukatas, esta vez, bastante modernizadas
Un puesto de venta de panquequitos con forma de pescado
Un puesto de venta de takoyakis
¡Infaltables! Los globos y muñecos inflables de tus personajes de dibujos animados y anime favoritos
Una vista del día central del Gion Matsuri. La altura total de los hokos supera los 25 metros
¡Cómprate esa cámara de 8 megapixeles por la que tanto babeas! Gion Matsuri es una buena excusa para estrenarla
Los hokos y yamas son todos de madera y no tienen ningún tipo de propulsión mecánica. ¡Todo es propulsión humana!
Algunos de los carros más pequeños, llamados 'yama'
Anunciando el nombre del siguiente 'yama'. Cada uno es preparado en un barrio determinado, y al final del matsuri se anuncia al ganador
Con esos zapatos, tendría los pies más que adoloridos
Efectivamente, todo es cholo-power. Todos los carros son jalados y/o empujados por seres humanos
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Otras tradiciones japonesas:
- Tanabata
- ¡A comprar! ¡A comprar! ¡Que el mundo se va a acabar!
- Feriados japoneses
- Adios verano
- ¡Adiós invierno!
6 Comentarios:
Juas, cholo-power, esa es muy buena. Con éste calorcito esos kimonos de algodon se ven estupendos. Mi viejo tiene una foto en la que está vestido con uno de esos (para hombre,claro), creo que me dijo que el precio pasaba de los 3000 dólares. Pero claro, era prestadito para la foto.
¿Será verdad que el cielo es el límite?. Ver para creer, oiga.
hm, definitivamente me doy cuenta que Kyoto tiene sus ventajas. No solo por las tradiciones que ahí se celebran, creo que el ambiente más tradicional de la ciudad ayuda mucho en ello.
Giancarlo, bueno como mencionas los carros son totalmente movidos por personas... pero la pregunta del millón: ¿cuantas personas son? ¿y cuanto pesara el carro? considerando que es de madera debe pesar una bestialidad y deben turnarse o fallecer en el intento (y no hablemos de los 34ºC).
Enjoy!
Muy lindo. Gracias x la crónica.
Bonitas fotografias, con imágenes diferentes! Esas sandalias, uhmmmm...creo que me fabricaré unas para que este verano no me suden los pies!
Lástima que este año este lloviendo tanto!... No más ojalá no le caiga un rayo a alguno de esos hokos, porque tienen sus propios pararrayos en la punta!...jajaja... (de lo más irrespetuosa)... Al menos los refresca ¿no?...ufff!!!....
¡Una foto de tu papá en kimono, Pepper! ¡Guau! Yo también espero tomarme siquiera una antes de dejar estas islas. Por cierto, durante mis primeros días aquí encontré un kimono que costaba un millón y medio de yenes (unos 15,000 dólares)... ¡que no incluía el obi ni las sandalias!
Un hoko pesa unas 12 toneladas y un yama entre 1 y 2 toneladas, Cloud. Los primeros necesitan unas 30-40 personas para moverse, y los segundos entre 10 y 20.
Y ya lo saben, si piensan visitar Japón alguna vez en la vida, no dejen de considerar asistir a Gion Matsuri. Es temporada alta, pero vale tremendamente la pena.
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