martes, julio 11, 2006

Tanabata

¿Alguno me puede recitar de memoria la Leyenda de los Hermanos Ayar? ¿Ninguno? Quizá recuerden algunos detalles, como que eran ocho -incluídas sus esposas-, que salieron de unas ventanas de la montaña de Pacaritambo, o que Ayar Manco (Manco Cápac) fue quien finalmente llegó hasta lo que ahora es el Cuzco, lugar donde decidió fundar la capital del que sería el Imperio Inca. Casi todos los demás detalles (si acaso recuerdan más) varían de versión en versión.

Y esto es entendible. Total, se trata de una antigua tradición oral que fue recién transcrita con la llegada de los españoles.

Lo mismo pasa con una de las más antiguas tradiciones orientales, la leyenda de Tanabata, de la que podrán encontrar diferentes versiones por allí. Les contaré una de ellas.

Hace mucho tiempo, un joven granjero encontró una bellísima tela en el camino y se la guardó en la canasta. Un poco más adelante, una bella chica -llamada Tanabata- le preguntó si había visto su hagaromo. ¿Qué es un hagaromo? - le preguntó él. Una tela muy bella que uso para volar. No soy humana, vivo en el cielo, pero sin mi hagaromo no podré regresar allá.

El muchacho, avergonzado, no le contó que él se lo había guardado, y Tanabata tuvo que quedarse en la tierra. Con el tiempo se hicieron amigos y luego esposos.

A los años, haciendo la limpieza, Tanabata encontró escondida en la casa su hagaromo y le increpó a su esposo "¡Así que tú lo tenías! Ahora ya lo encontré, y debo regresar al cielo. Si me amas, tejerás mil pares de sandalias y las enterrerás junto a un bambú. Si lo haces, podremos vernos nuevamente".

El joven, triste por la partida de su esposa, comenzó a tejer y tejer las sandalias hasta que tuvo casi mil pares, y decidió enterrarlas junto a un bambú. Al día siguiente, el bambú se elevaba hasta el cielo, así que el joven decidió trepar en él para reecontrase con su amada.

Cuando estaba por llegar, descubrió que al bambú le faltaban algunos metros (¿recuerdan que no llegó a tejer los mil pares?), pero luego de gritar "¡Tanabata! ¡Tanabata!" recibió ayuda de su esposa y pudo llegar hasta allí.

El padre de Tanabata le preguntó "¿quién es este joven?" - "Mi esposo".

"¿Cuál es tu profesión?" - "Labrador" - "De acuerdo, entonces cuidarás de mis tierras por tres días, y podrás quedarte con Tanabata".

Tanabata le dijo al joven que tuviese cuidado ya que su padre le había puesto una trampa y que, no importando cuanta sed tuviese, no debía coger un sólo fruto del huerto.

"De acuerdo" - respondió... pero no cumplió (¡hombres!).

Al tercer día se moría de sed y pensaba "ya falta poco, ya falta poco", pero sus manos cogieron incosncientemente una de las frutas y abundante agua comenzó a brotar de ella. Tanta, que se formó un río muy grande que separó a los esposos.

(Y colorín colorado...)

Aún pueden ver a la pareja en el cielo, son las estrellas Vega y Altair, que están separadas por la Vía Láctea, y que, por voluntad del padre de Tanabata, sólo pueden reunirse una vez al año el séptimo día del séptimo mes, en un puente formado por cuervos, pero sólo si el cielo no está nublado esa noche...

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Por ello cada 7 de julio encontrarán en todos lados unos árboles de bambú adornados por cientos de papeles de colores. Si tienen algún deseo romántico que pedirle a los dioses (un novio, amor eterno, mucha felicidad con alguna persona particular), pueden hacerlo ese día escribiendo en estos papeles. Con suerte, Tanabata los leerá e intercederá con su padre por ustedes.


Un bambú atado de un árbol en la calle, lleno de peticiones de Tanabata


Este edificio tiene su bambú de Tanabata particular


"¡Un novio, un novio! No... ¡mejor dos!"


Pedidos románticos a Tanabata... ¿Quién quiere añadir el suyo?

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Otras tradiciones japonesas
- Santa Valentina
- ¡Buena suerte! (con un Kit Kat)
- Año Nuevo a la japonesa
- Navidad a la japonesa
- Feriados japoneses

6 Comentarios:

El 12 julio, 2006 00:53, Blogger x1 dijo...

Me hiciste recordar los papelitos del árbol... en Perú NUNCA tuve oportunidad de hacer eso, como que no es algo muy común (al menos nunca he ido al Cultural en esas fechas). Peros i tuve la oportunidad de colgar mi papelito en el árbol y pedir un deseo. :)

 
El 12 julio, 2006 07:52, Blogger viajera dijo...

Los japoneses son de los más románticos... Ayer vi un video de amor japonés en el blog Ociosoft que era para shorar.

Ya se pasó la fecha, sino te hubiera pedido que me colgaras un deseo ;) El prox año lo recordaré.

 
El 12 julio, 2006 07:53, Blogger viajera dijo...

Aunque pensándolo bien... Si la Tanabata no pudo ni interceder x ella misma, menos va a interceder x terceros... Esa leyenda tiene algo mal.

 
El 14 julio, 2006 00:47, Blogger Giancarlo dijo...

¿Sabes qué? De haber sido el padre de Tanabata no le hubiese dejado encontrarse con su esposo NI SIQUIERA UNA VEZ. Nunca. Fin. Kaput.

¿Por qué? Haz tu lista. El esposo era ladrón (nunca le contó a Tanabata que él tenía su hagaromo), era ocioso (no llegó a tejer los 1000 pares de sandalias, esperando que los dioses no se dieran cuenta), y encima no cumple su palabra (¡prometió no coger ninguna fruta!).

En fin, esto es prueba adicional de que las diosas siempre se enamoran de los peores... Jejeje...

 
El 14 julio, 2006 03:06, Anonymous Anónimo dijo...

Bonita leyenda ... pero dime... los comerciantes ganan algo con esto? supongo que solo los que venden papeles de colores no? o a parte de eso se hace alguna celebracion romantica tipo san valentin?

Carla

 
El 03 julio, 2007 07:26, Blogger Enrique Salvador Toso dijo...

Linda leyenda, y muy lindo blog.

Saludos desde Mendoza, Argentina.

 

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